Tolé es la cabecera de uno de los más poblados (42,000, muchos de ellos indígenas de la etnia ngobe) distritos de la provincia de Chiriquí.El acceso desde la Carretera Interamericana, a unos 350 kilómetros de la ciudad de Panamá (a la derecha) y 90 kilómetros de David (a la izquierda), nos lleva a una región montañosa habitada por gente dedicada a la agricultura, la ganadería y artesanía.La carretera se encuentra pavimentada y en buen estado y, durante el viaje al pueblo (a 1 kilómetro de la Interamericana), se observan magníficas vistas de las montañas. Tolé cuenta con escuelas, parques, puesto de policía y servicios como electricidad, agua y teléfono.Es un lugar que llama la atención por la gran cantidad de árboles que se encuentran en sus aceras. Tolé es un lugar muy quieto y visitarlo será una agradable experiencia para el visitante.
Tolé es uno de los más importantes asentamientos de los indígenas ngobe, quienes cuentan con una cultura muy interesante y compleja. Uno de los aspectos de esa cultura son sus hermosas artesanías como las NAGUAS (vestidos indígenas para mujeres), las CHACARAS, BOLSAS o MOCHILAS (bolsas hechas con la fibra de un vegetal local, la pita, pintadas con colorantes naturales) y las vistosas CHAQUIRAS (collares, pulseras, monederos).A lo largo de ambos lados de la Carretera Interamericana, antes y después de la entrada a Tolé, se levantan pequeños ranchos donde los indígenas ofrecen a los visitantes y la gente que pasa en carro, los fascinantes productos de sus manos y su creatividad
Tolé es uno de los más importantes asentamientos de los indígenas ngobe, quienes cuentan con una cultura muy interesante y compleja. Uno de los aspectos de esa cultura son sus hermosas artesanías como las NAGUAS (vestidos indígenas para mujeres), las CHACARAS, BOLSAS o MOCHILAS (bolsas hechas con la fibra de un vegetal local, la pita, pintadas con colorantes naturales) y las vistosas CHAQUIRAS (collares, pulseras, monederos).A lo largo de ambos lados de la Carretera Interamericana, antes y después de la entrada a Tolé, se levantan pequeños ranchos donde los indígenas ofrecen a los visitantes y la gente que pasa en carro, los fascinantes productos de sus manos y su creatividad